Caminanado por una calle del centro de mi ciudad, casualmente me encontre con un amigo mio de la facultad. Él estaba de compras y tenia en las manos varias bolsas, pero todas tenían ropa.
Charlamos un poco y al cabo ambos seguimos nuestros respectivos caminos. Debo decir que ese amigo mio es una buena persona; pero lamentablemente ha convertido a los bienes materiales en lo más primordial de su vida. No digo que tener posesiones sea malo, sin embargo vivir solo para acumular mas y mas cosas no es exactamente un modelo de vida que quisiera seguir.
Mi justificación es simple. Cuando se tienen demasiadas cosas, llega un momento en que la única preocupación es no perder lo ya conseguido. Esa es la razón por la que, por ejemplo, al adquirir un automóvil también se procura conseguir rápidamente una alarma. Y en los casos más crónicos la posesión de demasiados bienes materiales puede llegar a convertirnos en zombies consumistas. La consecuencia es convertirnos en esclavos de nuestros trabajos; porque trabajaremos más solamente para satisfacer nuestra ansia consumista. En este punto el análisis de la realidad será algo secundario y carente de importancia.
Todo lo anterior puede sonar como fatalista, pero la realidad es que los vendedores de productos nos ofrecen una gran cantidad de cosas que no necesitamos, haciéndonos creer lo contrario. La solución es muy simple, evitar los impulsos de comprar y adquirir solo lo necesario. Aunque darse un gusto de vez en cuando no esta demás.
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